Las piezas de segunda mano de desguace se han revelado como unas soluciones aptas para quienes desean ahorrar a la hora de reparar su vehículo sin mermar la seguridad en la conducción.
Los que optan por arreglar con estos recambios las averías de su coche o anticiparse a ellas, además de un importante ahorro económico, van a ganar en seguridad y calidad de conducción. A continuación, un repaso de los beneficios de este servicio.
La importancia de contar con repuestos de garantías
En un desguace, como Desguaces El Malagueño, es posible encontrar una amplia variedad de piezas de segunda mano para el correcto acondicionamiento de un automóvil. Hay que tener en cuenta que en estos establecimientos se hacen cargo de compras, ventas y bajas de vehículos, por lo que se accede a piezas de gran interés. Algunas de ellas se encuentran en un estado idóneo y otras solo requieren de pequeñas reparaciones para volver a ser completamente útiles.
Los servicios de mecánica profesionales se ocupan, por tanto, de ofrecer un surtido de recambios que abarca todos los modelos y marcas. Tanto para coches a gasoil o diésel como para los que funcionan con gasolina.
Entre las piezas disponibles en el catálogo, destacan, entre otras, las siguientes: faros, cerraduras, parachoques, espejos retrovisores, llantas, manillas, guardabarros, cuadros, cables, filtros, etc. Recambios idénticos a los originales que pueden emplearse en la renovación de los sistemas de embrague, escape, neumáticos, freno, motor, alimentación, encendido, refrigeración, eléctrico, amortiguación, suspensión y transmisión.
Las ventajas de esta clase de piezas
Aparte de que proporcionarán funcionalidad, seguridad y estética al vehículo, estos recambios resultan más económicos que los que se compran al fabricante original. El ahorro, en estos casos, puede oscilar entre el 20 y 80 %.
La reputación del proveedor de recambios
En definitiva, las piezas de segunda mano de desguace aportan las máximas prestaciones a un precio módico. En este sentido, el desguace siempre ha de contar con el certificado CAT (Centro Autorizado de Tratamiento) para poder recibir vehículos al final de su vida útil y tramitar la baja definitiva de los mismos para poder extraer las piezas de segunda mano de desguace.